jueves, 1 de septiembre de 2016

¡¡¡¡NO QUITES LA TAPA!!!!


LA ORILLA
No se animaban a meterse. Con los ojos clavados en las olas, todos parados como soldados en fila, se medían el miedo y se atrevían, a lo sumo, a mojarse los pies.
Eran niños venidos de tierra adentro, de muy adentro, que no habían estado nunca en la playa de Piriópolis, ni en ninguna playa, y que nunca habían visto la mar. Y uno de aquellos niños que estaba descubriendo la mar y que no tenía ojos para ver lo que estaba viendo, comentó:
— ¡Un río de una sola orilla!

Llevarlos de la mano adentro del agua. Ayudarlos a practicar la inmersión. Soltarlos. Familiarizarlos con el agua. Que la disfruten. Que naden. Que experimenten. Que avancen hacia donde no hagan pie. Que exploren. Que deseen saber qué hay más allá. Que lleguen todo lo lejos que puedan llegar. Que pongan todo lo lejos que quieran la otra orilla y que vayan hacia ella. 
Me recuerda la historia de Galeano una historia de mi propio hijo mayor. Tanto disfrutaba con el agua en el baño diario, que nunca quería salir de la bañera. Cuando ya tenía arrugada la piel, para conseguir sacarlo del agua, recurríamos a un truco: quitábamos la tapa, y cuando se venía a dar cuenta, ya no podía chapotear. A regañadientes, entonces, salía. Una vez se reprodujo la escena en la playa: disfrutaba inmerso en el mar, pero ya su piel  reflejaba que el tiempo de inmersión era excesivo. Y cuando insistimos en que saliera, nos suplicó: ¡¡¡Por favor, no quites la tapa!!!!
Se trata, pues, de conseguir que los los alumnos se sumerjan en las situaciones de aprendizaje, que practiquen la inmersión, que se suelten, que se familiaricen con actividades similares, que se muevan como pez en el agua con las herramientas de aprendizaje, que experimenten con otras nuevas, que exploren, que indaguen e investiguen, que vayan cada vez más lejos construyendo su aprendizaje. Que, dentro de su particular playa, nos digan que, por favor, no quitemos la tapa. Porque sumergirse en el aprendizaje se ha convertido en parte de su vida, y es un placer.

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