Me ha llamado siempre la atención el minimalista principio cartesiano "Cogito ergo sum" (pienso, luego existo). Descartes, el de la duda metódica, quería significar con esta simple frase que si se piensa algo, existe la cosa que piensa, Es decir, el pensamiento conlleva la existencia de alguien que piensa.
Como maestra siempre me ha gustado ir más allá. Creo firmemente que lo que más caracteriza a las personas es la perfectibilidad, esto es la capacidad de aprender de las personas es lo que da sentido a su propia existencia. Así que un elemento absolutamente definitorio de las personas es que son perfectibles, en el sentido de que son capaces de perfeccionarse, aprender, a lo largo de toda su vida. Por eso el aprendizaje es absolutamente inseparable del hecho de nuestra existencia como personas. Y los que nos dedicamos a educar tenemos en esta cualidad el motivo de nuestra profesión y vocación. De ahí la creación de este blog, que va por todos lo que son o pretenden ser, educadores. la más sublime de las profesiones. Casi nada, escribir, al modo aristotélico, en una tabula rasa. Por todos ustedes, que es como decir por mí misma.
